Cañón del Alcanadre

Ruta de aproximación del encañonamiento del río Alcanadre entre Bierge y Rodellar transitando por y con vistas a las masas forestales de su entorno.

Información general

MIDE

	Horario	5 h
	Desnivel de subida	620 m
	Desnivel de bajada	620 m
	Distancia horizontal	15,5 km
	Tipo de recorrido	circular
Condiciones de verano, tiempos estimados según criterio MIDE, sin paradas.

	3	Severidad del medio Hay varios factores de riesgo
	3	Orientación en el itinerario Exige la identificación precisa de accidentes geográficos y de puntos cardinales
	3	Dificutad en el desplazamiento Marcha por sendas escalonadas o terrenos irregulares
	3	Cantidad de esfuerzo De 3 a 6 horas de marcha efectiva

Información cartográfica y descargas

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Detalle del recorrido

Se propone iniciar la ruta en una pequeña explanada acondicionada como zona de aparcamiento en el paraje conocido como “Corral Alto” o “Puerto de Sierra de Rufás” situado en el kilómetro 8 de la carretera HU 341 entre Bierge y Rodellar. Desde esta alto relativo de la Sierra de Rufas se tienen unas buenas vistas del extremo sur de la Sierra de Sevil con sus particularidades geológicas y unas laderas cubiertas mayoritariamente de encinar con presencia también de sabinas, pinar y algo de robledal marcescente en estas cotas inferiores de la Sierra. Nos dirigimos desde allí por una pista forestal, de acceso restringido, que avanza por la parte superior de estas áreas alomadas cubiertas mayoritariamente de encinar hasta el entorno ganadero conocido como “Corrales de San Juan”. Si nos asomamos hacia el norte se observa unas interesantes masas de roble marcescente que se desarrolla sobre terrenos más frescos y menos pedregosos que los ocupados por el encinar ya sea de monte bajo o en evolución que domina estos parajes.

Pasados los “Corrales de San Juan” nos podemos aproximar al Mirador de San Martín desde el que se tienen unas impresionantes vistas del encañonado tramo del río Alcanadre del entorno de la ermita de San Martín. En sus laderas encontramos masas dispersas y relativamente continuas de encinar y amplias áreas cubiertas de matorral o roquedo. Desde el Mirador retornaremos por la parte superior de los cantiles hacia el norte con buenas vistas.

Se llega así hasta un barranco y allí el camino sigue un espectacular tramo acondicionado en un resalto de un estrato inclinado que nos permite descender hacia el curso del río Alcanadre a los pies de unos impresionantes cantiles. La ausencia de vegetación sigue permitiendo gozar de impresionantes vistas y contemplar de cerca las estrechas bandas de vegetación rupícola arbustiva que se desarrolla en las orillas no rocosas del cauce. En el entorno de laderas pedregosas y empinadas sigue dominando el encinar.

Finalmente se llega al cauce del Alcanadre y se sigue un pequeño tramo por la orilla derecha del cauce por el estrecho soto fluvial. Más adelante se comienza a ganar altura a través de una mancha densa de encinar de no gran porte por la pobreza de los substratos y antiguas presiones que los habitantes y sus ganados infringieron en estos territorios. Se gana así otra vez altura hasta situarnos en la vertical de la ermita de San Martín con más de 200 metros de caída al que habrá que asomarse con mucho cuidado.

La senda sale finalmente a una pista marcada como Camino natural y que desciende por una zona de matorral denso mediterráneo hacia unas densas masas de pinar de silvestre que se desarrollan al norte del espectacular accidente geológico conocido como “Huevo de Morrano”. Se trata de un denso pinar de repoblación con buenos crecimientos y densidad y que está en proceso de naturalización.

Se llega así hasta la proximidad del Huevo de Morrano, siguiendo la señalización de Camino Natural. Al cambiar de orientación cambia totalmente la formación arbórea dominante que pasa del pinar denso a masas de encinar relativamente abierto con manchas de pinar y pies sueltos de roble marcescente, alguno de talla espectacular. También encontramos pies de sabina y enebro y un rico elenco de vegetación arbustiva. Se desciende así hasta el río Alcanadre que se vuelve a cruzar por un paso de piedras, no practicable en épocas de crecidas.

Tras cruzar de nuevo el río Alcanadre se sigue un pequeño tramo por el camino natural pero al poco de ganar altura tras un pequeño resalto se deja esta señalización y se continua por una pista que sigue hacia el este y posteriormente hacia el noreste por unas laderas cubiertas por un encinar cerrado en las umbrías o zonas con más suelo y un encinar muy abierto y arbustivo en las laderas más pedregosas y expuestas.

Ascendiendo se llega al límite de un amplia área objeto de repoblación con pino laricio y a la parte final de un cortafuegos. Desde este punto la ruta deja de avanzar por pista para pasar a avanzar por una antigua trocha reconvertida en camino que transita sin excesiva pendiente por el extremo inferior de esta amplio pinar. Posteriores actuaciones selvícolas a realizar sobre estas masas deben reducir las densidades y con ello la competencia entre el arbolado existente mejorando el crecimiento y calidad de la masa residual y posibilitando la entrada de otras especies. Se accede así hasta la línea de cresta, también acondicionada como área cortafuegos, que limita por el norte esta amplia área repoblada. Desde allí se coge un nuevo tramo de camino que nos permitirá retornar al punto de origen atravesando una amplia zona de encinar de monte bajo que cubre estas laderas tras cruzar una zona de pastizal sita en el fondo de un valle.

Galería fotográfica