la importancia de su conservación

  • Los bosques son fuentes de una rica biodiversidad. Estos ecosistemas sostienen un amplio rango de procesos ecológicos donde plantas, animales y microorganismos interactúan con el medio físico de manera constante. A este respecto hay que tener en cuenta que en los ecosistemas la mayor o menor presencia de fauna es función del grado de protección térmica, de refugio y de alimentación que sea capaz de proveer y el bosque puede garantizar en cantidad, calidad y diversidad todas estas necesidades durante prácticamente todo el año. Especies emblemáticas como el oso o el urogallo sobreviven en los bosques mejor conservados. En climas semiáridos el bosque provee de refugio para las horas centrales del día y en las altas montañas protección frente a la nieve. Las aves utilizan en muchos casos los árboles para nidificar y como puntos de otero, etc. Los bosques de ribera son imprescindibles para garantizar la sombra y proveer de alimentación a la fauna acuática.
  • Los bosques realizan una importante función en la regulación hidrológica de las cuencas protegiendo las mismas frente a la erosión al preservar y proteger los suelos. También incrementan de forma importante la infiltración y almacenamiento de las aguas (por ejemplo se ha medido infiltraciones de hasta un 75% de las aguas precipitadas en un suelo bajo un bosque frente a un 8% en tierras desnudas en espacios próximos) actuando como una auténtica esponja que permite que se recargen los acuíferos y se estabilicen las nieves. Los bosques son cruciales para la conservación de la red de embalses sin colmatar y especialmente para mejorar la calidad de las aguas al reducir los sedimentos y los procesos de eutrofización.

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  • Los bosques se comportan como sumideros de CO2 teniendo un balance neutro en las masas maduras y siendo aportadores netos de oxígeno en las masas jóvenes o de edades medias en crecimiento. Si con el aprovechamiento de la madera en masas adultas retiramos el carbono de esa madera estamos consiguiendo reducir el nivel de CO2 atmosférico pues al rejuvenecer las masas las convertimos en consumidoras netas de este gas.
  • Hasta más de la mitad del siglo XX los bosques constituyeron la principal fuente de aporte monetario para los municipios pirenaicos. En comarcas como la de Pinares de Soria gracias a la explotación sostenible y generando valor local con la ubicación de la industria en sus núcleos se ha conseguido mantener una sociedad rural con una densidad cuatro veces superior a la de por ejemplo la comarca del Sobrarbe con una posibilidad de producción maderera muy próxima en cantidad y calidad.

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  • Los bosques crean un microclima especial al disminuir la velocidad del viento, la evapotranspiración, atenuando las inversiones térmicas diarias e incrementando las precipitaciones gracias al fenómeno conocido como “la bomba biotica”. Este especial microclima le hace especialmente interesante para la fauna y atractivo para la práctica del deporte en la naturaleza y el ocio estival.
  • Los bosques generan recursos muy interesantes como la madera que constituye un material de construcción ecológico de primer orden. Por un lado tiene unas propiedades mecánicas extraordinarias, que le permiten tener una resistencia por peso específico netamente superior al acero y al hormigón. Ello permite la realización de estructuras más ligeras en cubiertas y forjados. A ello hay que unir que en su procesamiento se consume hasta 60 veces menos energía que con el acero y hasta 250 veces menos que con respecto al aluminio y 4 veces en relación al hormigón. Unimos a ello el ser un producto renovables y prácticamente reciclable al 100 %.

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  • Los bosques generan otra serie de productos de gran importancia económica y social como es la producción ganadera extensiva, las setas, la caza, la miel, la biomasa, los frutos silvestres, las resinas, los taninos, etc. Muchos de estos productos necesitan su puesta en valor con la creación de productos locales, ferias, mercados locales y pequeñas industrias que permitan garantizar el empleo de los habitantes del territorio y la generación de rentas a los propietarios.
  • Los bosques generan grandes servicios a la sociedad y embellecen los paisajes. Buena parte de nuestros turistas se sienten especialmente atraídos por nuestros montañas y sierras en las que las cubiertas arbóreas constituyen un reclamo de primer orden todo el año por su protección frente al clima, que suavizan, y por su extraordinaria belleza. Destaca en este sentido la atracción otoñal especialmente pero también primaveral que existe hacia nuestras mejores masas de frondosas naturales existentes enmarcadas en enclaves montañosos con singularidades geológicas y geomorfológicos de primer orden en muchas ocasiones.

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  • Tienen una importancia crucial en la estabilización y protección frente a los riesgos naturales ya sean avenidas, aludes de nieve, inestabilidad de laderas, desprendimientos rocosos, etc. Por ejemplo entre los trabajos efectuados en el entorno de la estación internacional de Canfranc se plantaron hasta 1 millón de pies arbóreos para garantizar a largo plazo la estabilización de la nieve de estas laderas.

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  • Los bosques han ayudado al sustento de los pobladores del Pirineo por cobijar las especies de caza, proveer de ramón y fruto para sus ganados en las épocas secas de final de verano hasta el invierno. También se han recolectado frutos y hongos de sus bosques e incluso en tiempos de necesidad se han recogido bellotas para la confección de harina con la que se hacía pan. Fueron fuente de jornales en épocas preindustriales que constituían una importante fuente de entrada de dinero para poder adquirir productos del llano, etc.