defensa contra aludes de nieve

Idea principal
Los montes de Los Arañones, en el municipio de Canfranc, son uno de los mejores ejemplos, y de los más antiguos, en España y el resto de Europa, de montes protectores contra los aludes de nieve. Desde comienzos del siglo XX comenzaron a realizarse en estos montes obras de protección frente a riesgos naturales para defender la futura Estación Internacional de Canfranc.

Conceptos clave
Monte protector. Erosión. Riesgos naturales. Hidrología-Forestal. Repoblación forestal. Hidrotecnias. Dique vacío. Aludes.

Resumen
Los montes protectores de Los Arañones defienden el núcleo y la Estación Internacional en Canfranc-Estación principalmente de los aludes pero los trabajos realizados también tenían por objetivo proteger el fondo de valle de las caídas de bloques, de las avenidas torrenciales y del riesgo de erosión. Desde el año 2011 funciona en Canfranc-Estación el Centro Pirenaico de Referencia para la Gestión de los Riesgos en Montaña, denominado “A LURTE” (que significa alud en el Valle del Aragón) que trabaja en la información, divulgación y formación en todo lo relativo al fenómeno de los aludes de nieve y que tiene vocación de ser el punto de encuentro para la gestión de dichos riesgos en la zona de influencia de los Pirineos. www.alurte.es.
Desde comienzos del siglo XX comenzaron a realizarse obras de protección de la futura Estación Internacional de Canfranc. Para ello, y a modo de idea general, se movilizaron, de modo manual y con uso de caballerías, más de 400.000 toneladas de piedras para realizar muros, muretes, diques vacíos, protección de caminos, etc. Del mismo modo se utilizaron más de 10 millones de plantas para realizar una de las mayores y más exitosas repoblaciones forestales en alta montaña de España que, a día de hoy, se considera una de las obras de ingeniería del paisaje mejor realizadas en territorio español. Para esta repoblación forestal se utilizaron con éxito tanto especies arbóreas representativas de las montañas pirenaicas (abeto (Abies alba), pino negro (Pinus uncinata), pino silvestre (Pinus sylvestris), haya (Fagus sylvatica), abedul (Betula pendula), álamo temblón (Populus tremula), etc.) como especies alpinas introducidas tenemos al alerce (Larix decidua) y picea (Picea abies). Es imprescindible para la eficacia de estos montes protectores el adecuado mantenimiento de todas estas obras de protección, así como la conservación y regeneración de las masas forestales existentes.
Para poder disfrutar y aproximarnos a esta impresionante obra de ingeniería en el medio natural, que goza de una inigualable integración en el paisaje, se puede transitar por los múltiples senderos, que se mantienen perfectamente acondicionados y señalizados por el ayuntamiento, que nos aproximarán a los diques secos de protección de aludes, muros de piedra de retención ejecutados en la parte superior de las laderas y las densas y espectaculares masas forestales que cubren las faldas de este monte. El ayuntamiento tiene en su web una información muy completa de todas estas rutas con cartografía específica y detallada de cada una de las rutas, roadbook, track, descripción de la misma, etc.

Algunas ideas para saber más

  • Los montes protectores son el resultado final de las actuaciones clásicas de hidrología-forestal que conjugan por una parte actuaciones de ingeniería mediante la realización de hidrotecnias (medidas duras y a corto plazo como diques, escolleras, canalizaciones, etc) con por otra parte una actuación repobladora que aporta la función protectora del bosque (medidas blandas y a medio-largo plazo).
  • Las masas forestales más eficaces para la defensa frente a los aludes de nieve son masas con cierta irregularidad (con distintas edades de los árboles), que tengan una cobertura del terreno lo más amplia posible (sin grandes huecos), con arbolado preferentemente de hoja perenne (pino negro, alerce, abeto, picea, pino silvestre) y con una densidad de plantación alta.
  • La intercepción, o captura, de la nieve por parte de la copa de los árboles permite una menor acumulación de nieve sobre el terreno. A ello hay que unir que bajo el arbolado se produce una transformación más estable del manto nivoso. Para estabilizar un manto nivoso con arbolado se precisa una altura mínima del arbolado del doble que la altura máxima del manto de nieve.
  • Los diques vacíos o diques huecos, son unos grandes muros de piedra construidos en la zona de recorrido de un alud, que normalmente coincide con el recorrido de un barranco, que tienen por objetivo detener posible avalanchas de nieve que se puedan desprender en la cabecera del valle antes de que lleguen al valle. Es una idea original de un Ingeniero de Montes altoaragonés, Benito de Ayerbe, que sólo se han construido a principios de siglo en escasas localizaciones y que son prácticamente únicas en toda Europa. Dichas construcciones, que llegan a alcanzar los 20 metros de altura y 50 metros. de longitud, tienen un gran hueco o apertura en el propio cuerpo del dique que permite que no se acumulen, por depósito, materiales ni caudales líquidos aguas arriba, manteniendo el volumen útil de retención para los que fueron concebidos.
  • Gran parte de las construcciones de defensa contra aludes que se construyeron en los montes de Los Arañones fueron en mampostería de piedra sin mortero. Pero algunas se hicieron con madera del lugar, formando rastrillos o parrillas que sujetan el manto de nieve. En la actualidad en gran parte de los países alpinos (Francia, Italia, Suiza, etc.) siguen trabajando con madera para la defensa de aludes al ser el material de construcción más ecológico, producido en el propio valle y que además presentan importantes ventajas por su coste, estética y funcionalidad.
  • Las actuaciones de hidrología-forestal realizadas desde 1910 han supuesto en el valle de Canfranc una modificación del paisaje espectacular, dando como resultado un bosque mixto de más de 100 años, con una variedad de especies forestales de montaña realmente singular.
  • Para que estos montes sean realmente funcionales frente a los riesgos naturales es necesario, dirigir y ayudar a las masas para que sean lo más efectivas posibles. Por eso es necesario llevar a cabo una selvicultura específica (actuaciones en las masas forestales para conseguir un objetivo) ligada a los riesgos naturales. Por ejemplo en el caso de los aludes nos interesará alcanzar una masa irregular por lo que deberemos ir consiguiendo poco a poco transformar las masas con la misma edad en una masa con distintas edades, mediante cortas espaciadas en el tiempo.
  • Para la realización de todas estas actuaciones, tanto de obras de ingeniería como de repoblación forestal, se construyeron más de 90 lilómetros de senderos, de moderada pendiente (entorno al 8% de media), viveros, refugios, fuentes, canteras y otras obras auxiliares repartidas por todo el monte de Los Arañones.
  • El conjunto de las obras de protección, así como de los montes protectores de los Arañones, han constituido siempre una referencia obligada tanto para escuelas universitarias españolas y europeas, así como para diferentes sectores profesionales, en el estudio de obras de protección frente a los aludes. Asimismo se puede decir que en conjunto es una buena solución, aunque incompleta para eventos extraordinarios. Sin embargo la defensa frente a riesgos naturales de la Estación Internacional de Canfranc se considera uno de los ejemplos más antiguos y más completos de estos sistemas de protección en toda Europa.