restauración hidrológico – forestal de torrentes

Idea principal
Uno de las mejores conjuntos de trabajos de corrección hidrológico-forestal de torrentes de montaña que encontramos en España lo encontramos entorno a los distintos cursos de agua torrenciales que drenan sus aguas al río Gállego a la altura de Biescas y su entorno. En el curso inferior y medio de los torrentes de Arás, Arratiecho, Escuer y Oliván encontramos una intensa labor en este campo que ilustra el importante avance que en estas materias alcanzo España en el pasado siglo.

Conceptos clave
Hidrología-Forestal. Erosión. Torrente. Monte protector. Facies flysch. Morrena. Cono de deyección. Dique.

Resumen
Los cursos de agua de naturaleza torrencial que, por ambas márgenes, convergen en el río Gallego dentro del término municipal de Biescas produjeron hasta mediados del siglo XX importantes afecciones a los núcleos, carreteras, infraestructuras y cultivos agrícolas existentes, principalmente en las zonas de fondo de valle, hasta que fueron siendo corregidas con las obras de corrección hidrológico-forestal.
Dichos torrentes atraviesan materiales poco consistentes (facies flysch y morrenas) que en caso de fuertes e irregulares precipitaciones (fenómeno torrencial) erosionan significativamente la cuenca vertiente y la red de drenaje produciendo daños principalmente en los conos de deyección de fondo de valle (zona de depósito y expansión de los torrentes).
La hidrología-forestal intenta minimizar los efectos desfavorables del fenómeno torrencial principalmente mediante la repoblación forestal en montes de carácter protector que permite proteger los suelos gracias a una cubierta arbórea efectiva. Asimismo para proteger de la erosión los cauces principales y la red de drenaje, donde mayor caudal líquido y sólido se concentra, se utilizan: diques transversales, muros de consolidación, soleras, espigones, etc., Todas estas infraestructuras tienen como objetivo reducir el potencial erosivo de las aguas disipando su fuerza, protegiendo las orillas y favoreciendo cierto depósito de materiales para reducir su carga en suspensión.
Es destacable por el trabajo desarrollado los cuerpos técnicos que integraban el pasado siglo las conocidas como “Divisiones Hidrológico-Forestales” que integraban personal especializado de la Administración Forestal del Estado en la restauración de cuencas hidrológicas. Este divisiones se empezaron a crear en el año 1901 y a ellas se encomendaron todo una serie de trabajos dentro de esta disciplina de restauración como: la repoblación en la cabecera de cuencas amenazadas de erosión, la corrección de torrentes, la fijación de dunas, la protección frente a aludes de nieve, la estabilización de taludes, etc en todas las cuencas hidrográficas de España. Estas Divisiones actuaron principalmente a principios del siglo XX. En particular el Pirineo de Huesca dependía de la Sexta División Hidrológico-Forestal y cuenta entre sus actuaciones más destacadas el conjunto de actuaciones efectuadas en los valles de Tena y del Aragón para la defensa de las importantes vías de comunicación, ferrocarril y carretera, que transitaban por el fondo de estos valles y para la protección de sus núcleos. En la actualidad no existe un cuerpo como tal en España, pero si se mantiene en Francia, el conocido como RTM (Restauration de Terrains en Montagne), dependiente de la ONF (Office National des Fôrets) que desarrolla su trabajo sobre un conjunto de montes a nivel nacional que están catalogados como protectores. Este cuerpo francés goza de un enorme prestigio y mantiene un alto nivel de calidad técnica en sus ejecuciones desde hace más de 150 años.

Algunas ideas para saber más

  • Los torrentes se caracterizan por un régimen de lluvias muy irregular, fuertes pendientes en el cauce (incluso superiores al 20%) y una importante movilización y arrastre de material sólido por el agua.
  • Las masas forestales más eficaces para la defensa frente a las avenidas torrenciales son masas irregulares (distintas edades de los árboles), con una cobertura del terreno lo más amplia posible, y con una densidad de arbolado y de arbustos alta. Estas masas son interesantes conservarlas tanto al nivel de la cuenca vertiente como del propio entorno de la red de drenaje.
  • Las avenidas torrenciales son capaces de mover bloques de piedra de grandes dimensiones dentro del cauce (incluso superiores a 5 toneladas), debido principalmente a la pendiente del cauce, a la altura que puede alcanzar el agua y a la viscosidad que presenta un flujo torrencial.
  • Los diques transversales al cauce son una de las medidas de defensa más utilizadas para controlar el fenómeno torrencial. Se distinguen principalmente dos tipos de dique el de retención y el de consolidación. El dique de retención tiene como objetivo principal el retener materiales arrastrados por el cauce aguas arriba del mismo. El dique de consolidación une a la función de retención de materiales otra complementaria de fijación de los taludes aguas arriba del mismo. En este segundo caso la cuña de aterramiento que se produce al depositarse materiales permite disminuir la pendiente de los taludes laterales aguas arriba. Ambas tipologías buscan reducir el efecto erosivo de las aguas, al reducir la pendiente, creando un perfil escalonado, y creando un nuevo cauce más amplio.
  • Los materiales objeto de actuación en el entorno de Biescas son las fuertemente erosionables margas y arcillas presentes en masas compactas o en el flysch y por otro los poco cohesionados e inestables depósitos morrenicos. Los flyschs están constituidos por capas alternas de rocas duras (calizas, areniscas, etc.) y rocas más blandas o disgregables (margas y arcillas), produciéndose una erosión diferencial. El término flysch es de origen alemán y puede traducirse como fluir o terreno que resbala. Las morrenas son materiales de origen glaciar, de tamaño heterométrico (muy diferentes dimensiones, desde bloques de grandes dimensiones a granos de arena) que forma una masa de distribución irregular. Los cursos de agua al cruzar estos materiales en ausencia de una cubierta arbórea densa desestabiliza fuertemente estos materiales y las actuaciones tienen por objeto frenar en lo posible estos fenómenos y estabilizar estos terrenos.
  • Los conos de deyección se sitúan en la parte inferior de un torrente donde predominan los procesos de depósito de materiales. Dichos conos tienen un perfil convexo y son atravesados por el cauce activo del torrente. Dada la poca cohesión de los materiales de un cono de deyección el cauce activo puede divagar dentro del mismo, cambiando su posición tras una avenida significativa. Las actuaciones en estos conos consisten generalmente en la creación de un canal en piedra u hormigonado artificial para intentar confinar allí el cauce activo que lleva las aguas de manera ordinaria.
  • El aragonés Joaquín Ximénez de Embún destaco especialmente en esta disciplina siendo el redactor, en representación de la Ingeniería de Montes, de la parte forestal del Plan Nacional de Obras Hidraúlicas en el que se propuso la repoblación de hasta 2,7 millones de hectáreas en las distintas cuencas españolas. Posteriormente intervino en la redacción del Plan de Reforestación de España.