certificación forestal

Idea principal
La certificación forestal es uno de los acontecimientos más importantes que han irrumpido en el mundo forestal en los últimos 15 años. La certificación forestal nace para garantizar al comsumidor que la madera o cualquier otro producto forestal no maderable, procede de bosques gestionados sosteniblemente. El grupo de montes de Anso-Fago ha finalizado recientemente el proceso para la certificación forestal PEFC de sus algo más de 25.100 hectáreas de sus montes. El certificado expedido da conformidad de la gestión foretal sostenible y a partir de este momento todos los aprovechamientos que se realicen en estos montes serán ya productos certificados.

Palabras clave
Certificación forestal, gestión forestal sostenible, consumo responsable, compra verde, FSC, PEFC, estándares y cadenas de custodia.

Resumen
Generalmente se certifican o bien la masa forestal, es decir, la gestión de un determinado aprovechamiento forestal de acuerdo con unos criterios de sostenibilidad preestablecidos; o bien los productos forestales que provienen de esas masas forestales, que se certifican a través de lo que se denomina certificación de la cadena de custodia.
La certificación es un proceso voluntario realizado por un actor independiente que da lugar a una declaración escrita, o certificado, que garantiza que la gestión se hace de acuerdo a unos estándares que contemplan aspectos ecológicos, económicos y sociales. Para evaluar la calidad de la gestión forestal, hay que comprobar si los requisitos de actuación, expresados como principios, criterios e indicadores (estándares) se cumplen en un área forestal definida. Los principios son las reglas que se autoimponen para considerar como adecuada y sostenible la gestión forestal de un área. Un criterio es una categoría de condición o proceso con el cual la gestión forestal sostenible puede ser evaluada y suele estar en concordancia con los criterios e indicadores acordados internacionalmente. Por último los indicadores describen el contenido del criterio de forma objetiva y no ambigua.
En España coexisten dos sistemas de certificación forestal gestionados por dos organizaciones no gubernamentales: PEFC (Programme for de Endorsement of Foresta Certification schemes) y FSC (Forest Stewardship Council). Pese a la relativa reciente implantación en España, a comienzos del año 2013 se ha certificado en España una superficie total de aproximadamente 1,8 millones de hectáreas y ha certificado a unas 1.500 empresas en cadena de custodia. Para más información consulta páginas web www.pefc.es y http://es.fsc.org/.
En el proceso normativo han participado propietarios forestales privados y públicos, las industrias forestales, comerciantes, colegios profesionales, consultoras, universidades, empresas de aprovechamientos forestales, consumidores, sindicatos, organizaciones ecologistas, la población del territorio… Algunas administraciones públicas han promocionado estos productos certificados con la denominada compra y contratación pública verde que prima la compra de productos certificados. La certificación permite al consumidor responsable optar y apostar por productos que tengan garantizada una gestión forestal sostenible.

Algunas ideas para saber más
La certificación se origino como consecuencia de la preocupación medioambiental que existía por el constante incremento de la deforestación a nivel mundial, principalmente en zonas tropicales. Con el sistema se intento premiar con un etiquetado la madera sujeta a una gestión forestal sostenible a la que se facilitaba su identificación en mercados con consumidores responsables.

  • La población, en general, asocia a la madera con conceptos muy ambientales como renovable, reciclable y ecológico, en el caso del último concepto hasta un 82,3% de la población encuentra esta relación.
  • En la decisión de compra de los consumidores de los productos madereros, según varias encuestas, el aspecto más valorado es el relativo a su elaboración respetuosa con el medio ambiente y garantizando el futuro de los bosques, por encima de aspectos como el precio, diseño, fabricación nacional, etc.
  • El grado de conocimiento de los certificados de gestión forestal sostenible es muy escaso en nuestro país, apenas el 3% de la población española identifica correctamente alguno de los dos sellos con mayor implantación en España. Esto no se corresponde con una alta predisposición del comsumidor para adquirir artículos con certificado de gestión forestal sostenible.
  • El consumo actual en España de madera certificada se puede considerar anecdótico pues solo un 1,1% de la población ha adquirido alguna vez algún producto con alguno de los sellos.
  • Cerca del 90% de los consumidores estaría dispuesta a pagar un poco más por un producto de madera si su elaboración respeta el medio ambiente y garantiza el futuro de los bosques.
  • En la actualidad hay unas 400 millones de hectáreas certificadas en el mundo de las cuales 85 millones corresponden con la Unión Europea (se aproxima o la mitad de la superficie forestal comunitaria) y algo menos de 1,8 millones en España (entorno al 6% de su superficie forestal).
  • Los estandares internacionales de FSC constan de 10 principios y 56 criterios, cuyo cumplimiento garantiza el nivel mínimo exigible de buena gestión forestal en cualquier lugar del mundo. De cara a particularizar a nivel local se promueve el desarrollo de indicadores, y opcionalmente, verificadores regionales o nacionales, desarrollados por grupos de trabajo nacionales.
  • En Finlandia el porcentaje de superficie certificada se aproxima al 92% de sus superficie forestal, y países como república Checa, Alemania, Polonia, Eslovaquia e Irlanda superan el 70%.
  • El incremento de la demanda de madera certificada FSC por parte de la industria transformadora española fue superior al 700% en el periodo 1998-2002, cubierta en un 92% por madera aserrada proveniente de Suecia lo que demuestra que la certificación favoreció enormemente las exportaciones suecas en ese periodo.