montes adehesados

Se conoce tradicionalmente como montes adehesados a superficies cubiertas de un manto continuo de especies herbáceas, con vocación de uso pastoral, y a las que se suma un vuelo arbóreo abierto que cubre entre un 10 y un 50% de la fracción de cabida cubierta. Es una formación muy extendida en el suroeste español pero presente también en el Pirineo en las conocidas como dehesas boyales. Las dehesas boyales eran masas abiertas, en la mayoría de casos trasmochadas (podadas a unos dos metros), generalmente de robledal marcescentes con otras frondosas que se situaban próximas a los núcleos en determinadas laderas solaneras entorno a los núcleos y que se aprovechaban desde el final de septiembre hasta el final del invierno para la alimentación del ganado de tiro compuesto originariamente de bueyes.

Se trata de un tipo de bosque modificado y mantenido por el hombre que intenta aprovechar el microclima que genera el bosque en ambientes mediterráneos y la diversidad de recursos que produce una masa mixta de arbolado y pastos para garantizar la alimentación de los ganados un mayor periodo de tiempo. La especie forestal más típica que conforma las dehesas en España es la encina, pero también se conforman con robles marcescentes, alcornoques, fresnos, castaños, etc. En España totaliza unas 3,5 millones de hectáreas y es una alternativa a considerar en sistemas silvopastorales muy útiles para la compartimentación de las grandes áreas forestadas rompiendo la continuidad de combustibles y para la alimentación del ganado y de la caza buena parte del año en ambientes mediterráneos.