repoblaciones forestales

Idea principal
Las repoblaciones han buscado, desde siempre, recuperar para el arboaldo el terreno que tiene una clara vocación forestal y que por una circunstancia o por otra (abandono agrario, incendio forestal, sobrepastoreo, roturaciones, tala abusiva, plaga, etc.) ha perdido esta cobertura. El objetivo principal de las repoblaciones forestales, en la mayoría de las situaciones en la provincia de Huesca, era y es proteger y conservar en las mejores condiciones el suelo forestal frente a la erosión hídrica y eólica, proteger frente a los riesgos naturales, mejorar los paisajes y proveer de recursos madereros a los territorios.

Conceptos clave
Repoblación forestal. Regeneración natural. Viveros. Plántula. Reposición de marras. Diagrama bioclimático. Tablas de regresión climácica. Región de procedencia.

Resumen
Las repoblaciones forestales se han realizado en grandes extensiones en España desde principios del sigloXX, pero se generalizarían y se acometerían de forma más intensa desde mediados de este siglo hasta los años 80, siguiendo el ambicioso Plan de Reforestación de España redactado por los ingenieros de montes don Luís Ceballos y Don Joaquín Ximenez Embún. La repoblación forestal se define como la acción de repoblar un terreno con plantas forestales buscando una estabilidad de la nueva masa con los objetivos que se persigan para la misma.
Las repoblaciones forestales realizadas en la comarca de la Litera, como en muchas zonas montañosas de la provincia de Huesca, han perseguido principalmente la protección frente a los efectos erosivos de las lluvias torrenciales. Las copas de los árboles minimizan la energía cinética de las gotas de lluvia, evitando la disgregación del terreno. La acción de anclaje y mejora del suelo de los sistemas radicales de los árboles mejora la infiltración y disminuye la escorrentía superficial de las aguas. Inicialmente se suelen realizar plantaciones con especies muy frugales (normalmente pertenecientes al género Pinus), habituadas a suelos pobres y que pueden vivir a plena luz, sin otra cubierta vegetal que actúe como protección. Generalmente para asegurar la supervivencia de la especie se suelen emplear densidades altas de plantación (1.500-2.000 pies/ha) y se utilizan protecciones temporales (vallados, tubos, etc.) para la defensa frente al ganado y la fauna silvestre de las nuevas plantas.
Los nuevos sistemas de cultivo de las plantas en vivero permiten obtener ejemplares de mayor calidad y en menor tiempo, que vendrán definidos por los siguientes aspectos: calidad tanto genética como morfológica, sanitaria, fisiológica y biológica. El cultivo de planta para repoblación se lleva a cabo mediante dos técnicas principalmente la de a raíz desnuda y la del cultivo mediante envase. La planta a raíz desnuda tiene menor coste, las plantas tiene mayor facilidad de embalaje y transporte, y la micorrización es más factible que en las plantas en envase. Por otro lado la planta con envase tiene mayor posibilidad de arraigo, al mantener todo su sistema radical, tiene menor exigencia en la preparación del suelo y permiten alargar más la época de plantación.

Algunas ideas para saber más

  • La elección de la especie arbórea para repoblar es uno de los pasos fundamentales para llevar a cabo adecuadamente una repoblación forestal. Para ello es necesario un estudio detallado de la vegetación existe en la zona, tener en cuenta el objetivo principal de la repoblación, considerar los factores ecológicos de la estación y los caracteres culturales de la vegetación a implantar.
  • Como referencia actualmente en España existen unos 13 millones de hectáreas forestales desarboladas, y de éstas entre 7 y 8 millones de hectáreas presentan una erosión hídrica grave por lo que la necesidad de llevar a cabo repoblaciones forestales con claro objetivo protector es evidente.
  • El más ambicioso plan puesto en marcha para la repoblación de nuestros montes, a nivel de España, se realiza en el año 1938 y es redactado por los Ingenieros de Montes Don Joaquín Ximénez Embún, aragonés, y Don Luís Ceballos, y es conocido como “Plan General de Repoblación Forestal de España”. Este plan pretendía repoblar unas 6 millones de hectáreas con arbolado durante un periodo de unos 100 años. La puesta en marcha del mismo arroja unos resultados positivos pues entre el año 1940 y los años 80 se llego a repoblar hasta 3,5 millones de hectáreas. De estas el 84% se hicieron con especies autóctonas y sólo el 27 % tenían un carácter eminentemente productor. Desde los años 80 hasta nuestros días hay que sumar algo más de 1 millón de hectáreas más la labor repobladora a lo que hay que unir un importante incremento de los terrenos recuperados para la vegetación forestal por el abandono de importantes áreas marginales para el cultivo de la montaña y el llano. La ejecución de este ambicioso plan repoblador no esta exento de ciertas controversias por importantes errores en la elección de especies (recurriendo de forma excesiva a coníferas), falta de integración de estas actuaciones en la concepción de un desarrollo rural comarcal holístico y falta de tratamientos secundarios en las mismas para mejorar las condiciones de estas masas y su valor.
  • La repoblación forestal se suele realizar directamente mediante plantación de una joven planta obtenida en un vivero forestal que permita asegurar su pervivencia, aunque en algunos casos se lleva a cabo mediante la siembra por semilla. Son necesarias las labores posteriores a la repoblación, tanto en los primeros años, con la reposición de marras, como en los siguientes con los tratamientos selvícolas adecuados para poder alcanzar los objetivos buscados por la repoblación, buscando una mayor diversidad y la entrada de otras especies que enriquezcan la vegetación existente.
  • La reposición de marras consiste en la sustitución de aquellas plantas que no han sobrevivido en los años inmediatos a la repoblación. Normalmente esta reposición se llevará acabo de forma manual. En especies de crecimiento lento y autóctonas esta reposición se puede dar hasta el tercer o cuarto año después de la plantación y en el caso de especies de crecimiento rápido deberá realizarse al año siguiente de la plantación.
  • Las especies forestales más utilizadas en la provincia de Huesca para repoblaciones forestales han sido: el pino laricio (Pinus nigra), pino carrasco (Pinus halepensis) y pino silvestre (Pinus sylvestyris), habiéndose plantado también pino negro(Pinus uncinata), pino piñonero (Pinus pinea) o encina (Quercus ilex), e introduciendo especies no presentes de forma natural en la provincia de Huesca como el alerce (Larix decidua) y la picea (Picea Abies) en las repoblaciones de los montes de Los Arañones en Canfranc.
  • En la actualidad las repoblaciones forestales suelen estar muy mecanizadas con la utilización de aperos y maquinaria especializada, pero en algunos casos, sobretodo en zonas de montaña, se siguen realizando las repoblaciones de forma manual mediante ahoyado.
  • Para la realización del ahoyado en caso de fuertes pendientes se utiliza la retroaraña que es una máquina retroexcavadora provista de garras metálicas en su parte delantera y ruedas u orugas en su parte trasera, que le permite trabajar en terrenos abruptos con pendientes superiores al 100 % siguiendo la línea de máxima pendiente y del 70 % trabajando a media ladera.
  • En algunos casos para acelerar el proceso de regeneración natural de la vegetación de montes afectados por incendios forestales u otras causas, se lleva a cabo la repoblación forestal mediante siembra aérea, distribuida normalmente con el empleo de un helicóptero que realiza las pasadas esparciendo las semillas. Estas semillas han sido sometidas a un tratamiento para aumentar las posibilidades de éxito y para mejorar su adherencia al suelo. Esta solución es más económica y busca una protección rápida del suelo frente a fenómenos erosivos, permitiendo tratar grandes áreas, sin una preparación intensiva del terreno.
  • Durante el Plan de Reforestación de España se utilizaron diferentes técnicas en la preparación previa del terreno antes de la plantación. Una de ellas fue el aterrazamiento, principalmente en zonas degradadas y ambientes extremos. El aterrazamiento, se ha utilizado secularmente en todo el mundo para obtener un terreno llano en zonas de pendiente, principalmente con fines agrícolas. En el caso de las repoblaciones forestales evita la erosión hídrica, controla la escorrentía y mejora las condiciones de infiltración, además de poseer más espacio para el desarrollo de las plantas. Esta técnica generó gran controversia por su impacto paisajístico inicial, y potenciales efectos edafológicos y geomorfológicos. Los resultados obtenidos han variado dependiendo de la estación forestal que se analice, y en algunos casos, según algunos autores, no se han percibido mejoras al estado inicial.