Fagus sylvatica Linneo
Presentación de la especie
El nombre científico viene de Fagus (latín) o Phegos (griego) que según diferentes autores significa “comestible” aludiendo al fruto, el hayuco, que se puede comer.
Otros nombres utilizados para referirse al haya: Faya (Asturias). Fago (Pirineo de Huesca). Faix (Cataluña). Bacua (Navarra). Paga, Pago (País Vasco).
Características principales
El haya en la provincia de Huesca alcanza entre 25 y 35 metros de altura en las mejores estaciones presentando, normalmente, un tronco liso hasta edades avanzadas y columnar si está formando una masa densa. Este árbol es de hoja caduca, de color verde claro, peciolo corto y limbo suave aovado-elíptico. En los ramillos jóvenes, las yemas presentan una distribución en zig-zag muy característica y muy visible en el invierno.
Los frutos se denominan hayucos y se parecen a pequeñas castañas en forma de triedros. En el otoño, sus hojas presentan colores que van del ocre-amarillento hasta tonos rojizo-marrones. Las hayas resisten bien la sequía, sobretodo en zonas húmedas, umbrías y de fondo de valle, pero necesitan una mayor humedad en caso de progresar en altitud.
Usos y curiosidades
La madera del haya es homogénea y fácil de trabajar. Es muy utilizada para una gran cantidad de usos: pasta de papel, carpintería y mobiliario, mangos de herramientas, instrumentos musicales, traviesas de ferrocarril, remos, carros, tarimas para suelos, etc. Asimismo, es un buen combustible para leñas y para la obtención de carbón.
De sus frutos, los hayucos, se puede extraer un aceite que se utiliza en la alimentación en el norte de Europa. Su corteza se puede utilizar como medicina natural ya que posee propiedades astringentes y febrífugas. A partir de la brea de la madera de haya se puede obtener una creosota que se ha utilizado como antiséptico o desinfectante.
El haya es un árbol forestal de primer orden, que ocupa principalmente zonas montañosas y especialmente valorado por el frescor de sus masas durante el verano, así como por la espectacularidad de su colorido que brinda en el Otoño.
Asimismo, se ha utilizado frecuentemente por su resistencia a la poda para realizar setos y pantallas vegetales, sobre todo en países del Centro y Norte de Europa. Aquí, la encontramos formando dehesas boyales con pies sometidos a trasmocho, donde el arbolado presenta formas caprichosas que han ayudado a su leyenda como bosque que alberga duendes y hadas.